Jóvenes crean pilotines y yerberos con bolsas plásticas

Imágen de Jóvenes crean pilotines y yerberos con bolsas plásticas

El intendente Pablo Javkin se prueba un pilotín hecho con bolsas recicladas durante la Cumbre de Jóvenes, que tuvo lugar el 22 de agosto, en el cierre de la Semana del Clima en Rosario.

El reloj marca las 15.30, la tarde es fría pero el sol se refleja en las paredes blancas de la escuela secundaria Nº 539, Dr. J.A Balseiro, ubicada en el norte de la ciudad de Rosario. Atravesando el ingreso principal y caminando por un pequeño pasillo, se llega al espacio donde chicos y chicas junto con Gabi, Ceci y Roque, docentes de la institución, trabajan en el reciclaje de bolsas plásticas.

“Una vez el profe de geografía nos habló de un proyecto de termofusión y nos explicó que era de bolsas y que había que reciclarlas y hacer estas cosas, pilotines, yerberos”, explica Candela, estudiante de cuarto año.

Lo que hacen chicos y chicas es juntar bolsas, en general camiseras y las unen mediante calor para generar telas de plástico. “Primero elegimos el diseño que vamos a hacer, yo voy a hacer algo con círculos, entonces los corto y los pongo entre dos bolsas transparentes, después le paso la plancha, pero antes le pongo un papel arriba para que no se queme. Después la llevo a la máquina de termofusión, la dejo 30 segundos aproximadamente y por último le pongo una madera arriba para aplastarla”, explica Candela sobre el proceso.

Hasta el momento, alumnos y alumnas de cuarto año hicieron yerberos, neceseres, pilotines para la lluvia, porta cubiertos, carteras y siguen pensando qué otros diseños pueden implementar.

Milena cuenta que este proyecto es importante para el ambiente "porque reciclamos las bolsas que nos dan diariamente si salimos a comprar pan o algún producto para la casa y así reducimos la contaminación". 

Chicos y chicas producen objetos realizados con plásticosUna parte del proceso de armado de los productos es la costura. Para eso, tienen máquinas que manejan las profesoras que acompañan, pero también hay chicas y chicos que están aprendiendo. A Wanda nadie le tuvo que enseñar, porque sabía de antes. “Aprendí a coser cuando era chica, hacía disfraces de dama antigua, mi modista me enseñaba, ella cosía una parte y yo la ayudaba con la otra”, dice con voz tímida.

A Brian le enseñó Wanda. Se sienta en una de las máquinas y cose un yerbero. Aprieta el pedal con cuidado para que no siga de largo la tela. Está concentrado pero entusiasmado con lo que hace. “Me encanta planchar, dibujar, coser. Aprendí hoy, pero me gustó”. Brian le hizo un yerbero a su mamá. Además, sueña con producir otras cosas. “Me imagino haciendo un pantalón de lluvia, campera, guantes, gorros, una cartuchera, mochila”, enumera. A Wanda cuando salga del colegio, le gustaría "trabajar de la costura”.

Descripción de las fotos: Paso 1: se corta el plástico. Paso 2: se realiza la primera fusión. Paso 3: se cose un pilotín.En otro sector del salón, Brisa está concentrada y su pelo lacio cae sobre la mesa. Apoya con seguridad un molde sobre la tela transparente con grandes círculos amarillos y grises. “Estoy cortando el borde de la parte delantera de un pilotín”, indica. En otra mesa, un grupo de chicas hace el mismo trabajo.

Uriel cosió un porta mate y lo muestra. Es color azul con rayas plateadas. “A veces se te traba la máquina y se te salen todos los hilos”, comenta divertido.

El reloj marca las cinco. Chicos y chicas empiezan a juntar el material para irse a sus casas. Algunas se llevan parte de su trabajo para adelantar. Gabi, la profe, que tiene una energía desbordante, dice que ya es hora de partir.

El espacio que había estado lleno de bulla, queda en silencio. Pero el ruido generado por este proyecto en las y los jóvenes sigue sonando. Para Milena,"todos con un granito de arena podemos construir un futuro más sano y sostenible".